El Fab 5 de Palmer es ideal no solo para practicar en nuestro dormitorio – Reseña de producto de Amazona

Con el FAB5 de Palmer, la empresa alemana afincada cerca de Fráncfort se introduce en un segmento que no para de cosechar un éxito tras otro, lanzando novedades de gran aceptación. Nos referimos a los pequeños amplis de válvulas de clase A, cuya potencia en vatios se mantiene en el rango de un dígito. La perspectiva de obtener una suave saturación en la etapa de potencia con un volumen final moderado es bastante tentadora, nadie lo pone en duda. Con la manida expresión «ampli de dormitorio» se intenta explicar, sin que fabricantes y clientes lo tengan muy claro, lo que se esconde realmente detrás de las simpáticas especificaciones de rendimiento de un amplificador.

No podemos olvidar que un ampli de 10 W alcanza la mitad de volumen de un ampli de 100 W (para el doble de volumen necesita diez veces más potencia), el cual se usa preferentemente en grandes festivales al aire libre. Así pues, quien ponga este monísimo «bafle» a plena potencia en su habitación disfrutará con toda seguridad de una solitaria noche porque su media naranja habrá puesto pies en polvorosa. Incluso los amplificadores a válvulas de 1 W, cuando se ponen a plena potencia, consiguen que a partir de las 10 de la noche el vecino nos mande a los simpáticos señores de azul a la puerta de casa. Consciente de ello, Palmer ha incluido una interesante y novedosa solución práctica que distingue al FAB5 de la mayoría de sus competidores: utiliza un atenuador de potencia integrado.

Diseño

Esta empresa de 10 personas mantiene su sello de «fabricado en Alemania» y no solo en lo que concierne al departamento de desarrollo, sino en todo el proceso: diseñado, fabricado y montado en Alemania. Esta filosofía empresarial se hace patente en cuanto se tiene el embalaje en la mano, al ver el producto final por primera vez. La carcasa de estilo vintage luce un acabado excepcional, ya que todas las cantoneras y bordes están bien encolados, pegados o atornillados, detalles que solo se pueden llevar a cabo con un buen control de calidad final.

El amplificador cuenta con una carcasa con laca protectora y un panel frontal con dos rejillas de tela de color beige y marrón oscuro. Todo esto descansa sobre cuatro grandes pies de goma, que proporcionan la estabilidad necesaria sobre superficies lisas. En la parte superior se encuentra el asa de polipiel. Para mantener las características del diseño no se han incluido protectores, pero las esquinas de la parte superior han sido redondeadas, lo que reduce significativamente el peligro de astillamiento. En general, se trata de un concepto visualmente muy atractivo y a la vez único.

Con un tamaño de 360 x 345 x 230 mm y un peso relativamente manejable de tan solo 10 kg (de risa para un amplificador a válvulas), es posible transportar este pequeño cubo en una maleta de viaje estándar si hace falta. Esta característica seguro que gustará a los músicos que viajen habitualmente en tren. ¿Quieres ayudar a tus amigos en su banda tributo, pero no te fías de las capacidades de organización del cantante local en lo que respecta a los equipos para guitarra? Pues te echas la guitarra a la espalda en su funda de transporte, en la mano derecha llevas la maleta de viaje y, en la izquierda, una bolsa de transporte acolchada con los pedales, los cables y el soporte. Todo a mano, todo con la máxima independencia.

En cuanto a la electrónica, utiliza un procesado de señales purista, lo que quiere decir que, además de una válvula de potencia 6V6 single-ended y una válvula preamplificadora 12AX7, se ha añadido una válvula rectificadora. Como en todos los diseños de amplificadores de clase A, el amplificador funciona siempre al 100%, tanto si hay señal de entrada como si no. Así se consiguen fuertes armónicos y una mayor compresión, en comparación con los amplificadores diferenciales de la clase AB de otros productos.

En cuanto a opciones de control, está provisto de lo más importante. Además de los controles VOLUME y TONE, se puede activar el Boost por pedal, que influye tanto en la compresión como en el rango de ganancia y el volumen final. Así, a pesar del minimalismo de los controles, se pueden tocar ritmos y también generar un sonido para solos, que se distingue por un volumen más alto. Al FOH le va a encantar, ya que no tendrá que volver a subirle el volumen al solo de guitarra.

En el interior contiene un altavoz Eminence Ragin Cajun de 10″ y 8 ohmios. Se apaga automáticamente si se conecta un altavoz externo al jack External-Speaker. Como característica especial, se instaló el mencionado atenuador de potencia, que permite la reducción del volumen final en dos etapas, denominadas «Room» y «Bedroom». Así podemos conseguir la saturación del amplificador a volúmenes relativamente reducidos.

Pasemos a la práctica

Para el test práctico tuve la suerte de poder probar el Palmer FAB5 en directo. El guitarrista principal de una banda tributo a AC/DC que conozco se puso enfermo y me pidieron que tocase yo para que no se cancelase el espectáculo. Así pude comprobar lo fácil que es transportar este amplificador. Muy pocas veces, o mejor dicho, nunca había tenido tan poco equipaje al empezar un viaje.

Tenía claro que la disposición tradicional del escenario, con los amplificadores a mi espalda, con una música tan potente, en un local para trescientas personas sería arriesgada para un amplificador de 5 W. Por eso decidí colocar el amplificador directamente delante de mí en la clásica posición de cuña. Para ello modifiqué un poco un viejo soporte de guitarra, que girado 90 grados forma un ángulo de 45 grados perfecto para el ampli.

¡Qué os voy a contar, tuve un sonido estupendo! La configuración era la clásica «todo en 10», lo que me proporcionó una flexibilidad inesperada. Por un lado tenemos el canal normal sin Boost, que ofrece un crunch fuerte pero muy cálido, que se transforma en un sonido casi limpio al bajar el control de volumen de la SG. Uno de los puntos fuertes del amplificador es lo bien que sigue los cambios de volumen. Para compensar la capacidad de la longitud de los cables, conecté un PeBuff de Palmer entre guitarra y amplificador, que además de transformar la señal de guitarra de alta impedancia en una de baja impedancia también funcionaba como Booster, lo que me permitió conseguir un mayor nivel de ganancia en el crunch.

Para acercar el sonido a una versión más británica con la válvula EL84, conecté un ecualizador de 10 bandas de Fame, con lo que di un poco de boost a los agudos y medios-altos, que el amplificador siguió con agilidad. Finalmente, con el control BOOST y a través de la pedalera aumenté tanto la ganancia como el volumen final. Conclusión: Con dos pedales adicionales y los controles de volumen de la guitarra conseguí cinco sonidos fantásticos con los que cubrí todo el abanico de sonidos necesarios.

Fue una auténtica gozada. El amplificador tenía una muy buena saturación de armónicos, caía como debe ser para el efecto «SAG» (la breve disminución de potencia del ampli provocada por la válvula rectificadora al rasgar las cuerdas) y comprimía sin problemas. Incluso a volúmenes moderados se consiguen fantásticos tonos, una pasada. La configuración en cuña me tenía convencido, aunque el FOH me hizo una pequeña indicación: debido a la falta de cobertura de campo próximo en el PA, la señal de mi guitarra era relativamente débil para la primera fila. La solución perfecta habría sido poder utilizar una segunda caja detrás de mí para la sonorización del escenario clásica, sin que se apagase al altavoz interno.

De todos modos, aunque el segundo guitarrista movía cuatro veces más aire que yo con su sistema 4×12″, mi sonido era el mejor que he tenido en un escenario en lo que a blues y rock se refiere. Para desmontar mi ampli necesité aprox. 45 segundos, mientras mi compañero buscaba que le echaran una mano para transportar su caja.

Conclusiones
Con el Palmer FAB5, la empresa alemana ha acertado de pleno. El ampli no solo cuenta con un diseño excepcional y un sonido de base excelente, sino que convence en la práctica en términos de reducción de potencia gracias a su atenuador interno.

Gracias a la buena calidad de sus componentes, sus flexibles opciones y su práctica reducción de potencia, el FAB5 de Palmer es para mí, personalmente, el mejor «ampli de dormitorio» que ha salido al mercado, un combo excepcional entre amplificador y altavoz. Sin duda, el mejor de la clase.

Nos gusta
• Sonido
• Construcción
• Diseño
• Atenuador de potencia
• Diseño

Precio
PVR: 499 euros

Más información sobre el FAB 5 de Palmer en:
http://www.palmer-germany.com/mi/es/FAB-5-Combo-a-valvulas-de-5-W-para-guitarra-PFAB5.htm

Fuente: Amazona, Alemania, febrero de 2014

Autor: Axel Ritt

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