Cameo ilumina el Fausto: el Goetheanum incorpora cabezas móviles de perfil SP5 FC

El Goetheanum, situado en Dornach, una comuna suiza al sur de Basilea, es un edificio extraordinario en todos los sentidos. Por fuera parece un búnker monumental, pero por dentro sus muros macizos albergan tanto la Sociedad Antroposófica General como la Escuela Libre Superior para la Ciencia Espiritual y un espacio para festivales, que incluye un teatro con unas 1000 butacas. Nombrado en homenaje a Johann Wolfgang von Goethe, aquí se representó por primera vez su obra Fausto completa en 1938. En 2020, el Goetheanum retoma esta historia teatral para representar la obra magna de Goethe en dos tardes consecutivas en julio (así como otra representación en octubre) sobre el escenario, de unos 16 metros de ancho, equipado con cabezas móviles de perfil OPUS SP5 FC de Cameo y otros focos Cameo.

«El Goetheanum es uno de los pocos teatros con más de 1000 butacas que no utilizan amplificación acústica en las producciones propias», explica Klaus Suppan, técnico y diseñador de iluminación del Goetheanum. «Para que se escuche a los actores en toda la sala, nuestros focos deben ser prácticamente silenciosos». Para la escenificación del Fausto, el Goetheanum invirtió, entre otras cosas, en dos OPUS SP5 FC de Cameo, que se emplean en la segunda contraluz a una altura de 10,6 m como washer o foco de contraluz para la iluminación clásica de tres puntos.

«La escenografía para el Fausto es muy minimalista. Por este motivo, se necesitan focos capaces de crear espacios de luz con contornos precisos. Al mismo tiempo, todos nuestros focos deben tener un excelente valor TM-30 para que no solo se ilumine el suelo del escenario, sino también el vestuario de Julia Strahl con finos matices cromáticos».
Klaus Suppan

Aparte de las OPUS SP5 FC, Klaus Suppan y su equipo también utilizan las barras LED PIXBAR 650 CPRO de Cameo para iluminar el telón de fondo desde atrás como washer. Por su parte, las máquinas de neblina INSTANT HAZER 1500 T PRO crean los ambientes adecuados en cada momento.

En el Goetheanum, los colores siempre han desempeñado un papel fundamental. Creada por el fundador de la antroposofía, Rudolf Steiner, la iluminación general constaba desde el principio de seis colores que se extendían por las pinturas del techo, las coloridas ventanas de cristal y el suelo del escenario, cuyo gris surgía de la mezcla de diferentes colores y, por tanto, reaccionaba especialmente bien a la luz de color. «Los colores son el corazón del teatro», concluye Klaus Suppan, y, desde este año, las SP5 FC de Cameo también contribuyen a ello.