LD Systems WS 1000 y WS 1616 – Caos inalámbrico Parte 1 – Reseña de producto de tools4music

Micrófonos inalámbricos UHF de menos de 300 euros Aún puedo recordar los tiempos en los que utilizar un micrófono inalámbrico era algo especial.

Entonces aún se emitía en la venerable banda de VHF, que fue reemplazada algunos años más tarde por la banda UHF actual. Estos primeros equipos inalámbricos costaban una pequeña fortuna. ¡Hoy en día, se ofertan equipos por poco menos de 100 euros! En este informe, analizaremos en nuestro banco de pruebas el comportamiento de los sistemas en el rango de precios de hasta 300 euros.

La lista de candidatos comprende los siguientes modelos: Audio Technica ATW-702, Behringer “Ultralink 2000 M”, DAP COM-31, dbTechnologies PU-860, dbTechnologies PU-901, dbTechnologies PU-910, IMG Stage Line TXS-810 Set, LD Systems WS-1000, LD Systems WS-1616, Samson “Airline 77”, Samson “Concert 77”, Shure PG-24 E y, por último, dos modelos de Thomann: el t.bone EWS-16 HT y el TWS-16 HT. Ya al desembalar las cajas llaman la atención diferencias significativas tanto en la construcción como en las funciones. Algunos modelos causan una mejor impresión gracias a su acabado de alta calidad, con carcasas metálicas para los transmisores de mano y los receptores, más que otros muchos modelos con carcasa de plástico. A continuación, intentamos demostrar si esta impresión subjetiva se correspondía con la realidad, sometiendo los equipos a un “crash test” de elaboración propia: dejar caer el micrófono de mano desde la altura de un soporte de micro sobre un escenario con suelo de madera, para así valorar su robustez.

El caso es que, aparte de la estética, también existían claras diferencias en la facilidad de uso, por ejemplo, en relación con los indicadores y controles disponibles. Algunos accesorios, como fundas o estuches de transporte para alojar todos los componentes necesarios de un sistema inalámbrico, no se suministraban en algunos embalajes. Cuando estaban incluidos, sumaban puntos en el apartado “Accesorios suministrados”. También prestamos una atención particular a las instrucciones de uso. Los manuales con recomendaciones para un uso óptimo del equipo incrementaban la puntuación en el apartado “Prestaciones”. En cuanto a las baterías, la mayoría de los equipos utilizan baterías de tipo AA de 1,5 voltios. Solo un equipo requería el uso de baterías de tipo AAA de 1,5 voltios.

A pesar de todo, se sigue utilizando la batería de 9 voltios, ya que en esta prueba al menos seis equipos la utilizan como alimentación eléctrica. Las carcasas de los receptores son todas en formato de 9,5 pulgadas y, mediante el accesorio correspondiente, se pueden instalar dos receptores en una unidad de rack de 19 pulgadas. Todos los receptores se suministran con adaptadores de corriente. Me gustaría mencionar especialmente los modelos con fuente de alimentación conmutada, ya que permiten utilizar cualquier tensión entre 100 y 240 voltios. Desgraciadamente solo Behringer y Shure suministran este tipo de fuentes de alimentación con sus equipos.

La pregunta de cómo se comporta un sistema inalámbrico cuando se utiliza simultáneamente con más equipos resulta ciertamente interesante. Al disponer únicamente de un sistema inalámbrico de cada modelo para nuestra prueba, no pudimos comprobar los datos declarados por el fabricante a este respecto. Sin embargo, podemos sacar conclusiones con solo fijarnos en el ancho de banda de cada sistema, puesto que un espectro de frecuencias ancho es siempre una clara indicación de que se pueden utilizar varios equipos simultáneamente sin problemas. Los equipos de dbTechnologies y de LD Systems eran los únicos en estar equipados con antenas desmontables. Esto puede ser una ventaja si se utilizan equipos multicanal y antenas remotas. Estas antenas, cuya forma recuerda a un remo y están disponibles como accesorio, se conectan a los receptores individuales a través de cables especiales y etapas de mezcla separadas con el fin de mejorar la calidad de la recepción de cada receptor conectado.

Mediciones

En la imagen 1 se muestran todos los micrófonos de mano utilizados para medir el consumo de los pequeños transmisores. Aproveché la ocasión para comprobar a partir de qué momento se activaba el aviso de bajo nivel de batería. Para ello, utilicé una fuente de alimentación del laboratorio cuya tensión de salida se midió con un polímetro. Al mismo tiempo, vigilaba la señal de alta frecuencia en el analizador de espectro HP, fácilmente reconocible a la izquierda en la imagen. Los dos picos que aparecen en la pantalla del analizador corresponden a las señales de dos micrófonos de mano activos en frecuencias próximas. Se midió y anotó el consumo a tensión nominal.

A continuación, reduje la tensión de la fuente de alimentación del laboratorio prestando atención al indicador del micrófono de mano. Para conocer en tiempo real qué sucedía a medida que la tensión seguía reduciéndose, me bastaba con echar un vistazo a la pantalla del analizador. La mayoría de los micrófonos de mano reaccionaban ante la disminución de la tensión de servicio con un descenso continuo de la señal de radiofrecuencia emitida, y algunos dejaban de funcionar sin más. Me hubiera gustado medir directamente la tensión de salida del transmisor. Para ello, tendría que haber realizado la medición en una carga de 50 ohmios en el analizador, en lugar de la pequeña antena emisora interna de los micrófonos de nuestro banco de pruebas. Técnicamente no supondría ningún problema, pero en la práctica no fue posible debido a la dificultad para desmontar los micrófonos de mano con el riesgo de ocasionar daños permanentes a los micrófonos que, por otra parte, no han sido diseñados para estos menesteres. Por eso opté por utilizar una antena receptora conectada al analizador y observar la amplitud de la señal recibida.

Además, los receptores se expusieron a las interferencias de un reproductor de CD. En el pasado, este tipo de pruebas causaba alguna que otra sorpresa. La proximidad de un reproductor de CD perturba de tal manera a algunos receptores, que hace imposible una recepción normal de la señal. Obviamente, para esta prueba no utilicé cualquier reproductor de CD, sino mi viejo Sony CDP-M 75, conocido por sus cualidades de interferencia en los receptores UHF. Ninguno de los equipos de nuestro banco de pruebas se dejó perturbar por este “alborotador”. ¡Me quito el sombrero! En la evaluación de la duración de las baterías se equiparon todos los micrófonos de mano con pilas alcalinas del mismo modelo y fabricante.

La prueba se inició a las 12 del mediodía; todos los micrófonos se colocaron delante de una fuente de modulación para hacerlos trabajar. A las 18 h se realizó un primer control al que siguieron otros más para anotar los resultados al cabo de un “tiempo de transmisión” cuatro horas, ocho horas y más de ocho horas. Para comprobar la autonomía se utilizó el indicador de bajo nivel de batería que aparece en la pantalla del micrófono de mano. Todos los equipos mostraron una autonomía de al menos cuatro horas, y ocho de ellos incluso siguieron transmitiendo más de ocho horas seguidas.

Prueba en directo

Mientras trabajaba en este informe, me encargaron la sonorización de una gran gala. La imagen 2 os da una idea de las condiciones de prueba en directo que los equipos de nuestro banco de pruebas tuvieron que afrontar. Afortunadamente para mí, el concierto estaba programado para durar dos días seguidos, por lo tanto, a mediodía del segundo día de concierto tuve tiempo de sobra para escuchar los equipos por separado. Utilicé como referencia un Shure UC con cápsula de condensador “Beta 87”. La evaluación se realizó primero en el escenario, escuchando un monitor GAE 4475-M, y luego desde la ubicación de un FOH, a 30 metros de distancia. Además de la calidad de sonido subjetiva, también analizamos factores como el ruido de manipulación, la sensibilidad al popping cuando el micrófono está muy cerca o la sensibilidad al acople. En la prueba de escucha, se evaluó la ausencia de graves o un brillo excesivo, así como los medios no equilibrados.

Al manejar los distintos equipos, intenté utilizarlos de manera intuitiva, sin leer el manual previamente, lo que resultó fácil en la mayoría de los equipos. La función de sincronización por infrarrojos entre el receptor y el micrófono de mano, ofrecida en los dos equipos de LD Systems, representa obviamente una ventaja apreciable cuando no existe un manual de instrucciones.

Tras estas primeras impresiones, le tocó el turno a la parte deportiva de la jornada. Con la ayuda de nuestro asistente Jan (imagen 3) nos preparamos para medir la cobertura de los sistemas. La sala de espectáculos nos ofrecía para ello una distancia de prueba suficientemente amplia: el aparcamiento. Además, los coches que estaban aparcados ahí en esta tarde soleada nos brindaron unos inesperados obstáculos metálicos. Lo que en un principio parecía un agradable paseo se convirtió para mí en un medio maratón. ¡Y es que algunos equipos de nuestro banco de pruebas lograron una cobertura de más de 120 metros! Jan se encontraba en una salida, con la oreja pegada a la sala donde resonaban en los altavoces del sistema de sonorización Audio Performance SL-2 (Meyer MSL-3) las distancias recorridas que le iba anunciando en voz alta desde mi micrófono de mano. Todo esto para mayor diversión de los empleados de la sala de conciertos, que se encontraban preparando las mesas para la actuación de la noche mientras se preguntaban qué estarían haciendo estos dos individuos…

Antes de devolver los equipos de nuestra prueba unos días más tarde, quedaba aún una última prueba que llevar a cabo: el “crash test”. Lo que puede parecer una destrucción sin sentido ocurre en la práctica más a menudo de lo que desearían muchos propietarios de equipos inalámbricos. Para conseguir unas condiciones casi reales, dejé caer los micrófonos sobre el suelo de parqué de mi casa. Un procedimiento que animó a nuestro curioso perro a considerar los micrófonos caídos al suelo como una invitación al juego. Antes de que le diera por devorar estos extraños huesos (imagen 4), recogí rápidamente los micrófonos para examinarlos en el estudio. Los resultados fueron satisfactorios: no había rejillas rotas, ni componentes electrónicos estropeados; solo en el Thomann EWS-16 HAT la tapa del compartimento de baterías se había perdido.

Eso es todo en cuanto a observaciones preliminares. A continuación, presentamos en orden alfabético los resultados de nuestras pruebas para cada modelo, junto con las fortalezas y debilidades que hemos identificado.

¡Ver las valoraciones de los modelos LD Systems WS-1000 y WS-1616 “Sweet Sixteen”!

 

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