Soportes Gravity – Informe de ensayo, publicado en Musiker-Board.de
Desde hace cierto tiempo aparece aquí en Musiker-Board una publicidad ilustrada con una manzana verde y fresca, y una letra G del mismo color. Al menos para mí, esta publicidad ha surtido el efecto previsto y despertado mi curiosidad: los productos así anunciados representan una nueva marca de soportes para micrófonos, cajas e instrumentos. Gravity es una marca de la firma Adam Hall. Musiker-Board me ha permitido disponer de 3 ejemplares de esta serie para realizar un ensayo.
Estos soportes llegaron nuevos y en su embalaje original a mis manos. El embalaje cumple sus funciones pero sin dejar de ser discreto. Todas las piezas de cada soporte están embaladas por separado en bolsas de plástico también protegidas en una caja de cartón. Me llamó positivamente la atención que no se haya utilizado cinta adhesiva, de tal modo que el desembalaje y el montaje pudieron realizarse en instantes.
Primera impresión: originales, modernos, ¡de alguna manera distintos!
Pero, ¿qué puede hacer un fabricante para que un soporte sea realmente distinto a los demás que ya están en el mercado? Desde el punto de vista funcional, son soportes de color negro cuyo uso no supone un enigma en absoluto. Todos los elementos de manejo están en el sitio esperado. Sin embargo, resaltan estos anillos verdes que confieren un toque especial al soporte.
Soporte con base redonda MS 23
El MS 23 es un soporte con base redonda de hierro fundido de unos 27 cm de diámetro. Su altura puede ajustarse entre 91 y 158 cm. Se indica que el soporte tiene un peso total de 4,2 kg. Con el micrófono montado (por ejemplo yo probé con un micrófono LD Systems D1011), se alcanza una altura adecuada para un cantante de aproximadamente 1,85 m de estatura con el micrófono instalado en horizontal.
El peso de la base es suficiente para que el soporte extendido a su altura máxima con dicho micrófono pueda recuperar establemente su verticalidad si se le inclinase unos 25°. Esto demuestra pues que este soporte tiene el diseño más idóneo para la acción sobre el escenario. La fijación del ajuste de altura se efectúa mediante un anillo giratorio de diseño ligeramente cónico que se atornilla para retener las piezas. Para alojar un micrófono, el soporte tiene la rosca habitual de 3/8″. Además, cada soporte viene con una pieza para adaptar una rosca hembra de 3/8″ a una rosca macho de 5/8″. Lo que resulta muy útil, ya que estas piezas tienen la costumbre de perderse.
En el punto en que los otros soportes suelen tener esta arandela relativamente plana con rosca hembra para bloquear la pinza del micrófono, el soporte Gravity MS 23 tiene un manguito de plástico atornillado en la rosca.
Trípode MS 4222 B
Este ejemplar es un trípode de tamaño mediano. Un uso típico podría ser el microfonado de instrumentos para batería, percusión y diversos instrumentos de viento, pero también para amplificadores de instrumentos. Las tres patas representan una superficie de apoyo con un radio de 29 cm aproximadamente. Este soporte tiene un peso total de 2,2 kg constituido aparentemente en su mayor parte por una base de aspecto muy sólido hecha de cinc colado a presión. La sujeción de la columna del soporte es efectiva y, gracias a su diseño, no daña los materiales.
La altura se ajusta mediante el mismo anillo opresor de diseño cónico, igual al soporte con base redonda MS 23, y permite fijar el soporte propiamente dicho a una altura de 44 a 67 cm sin jirafa. La longitud de la propia jirafa puede ajustarse también de 52 a 87 cm. El ajuste y la fijación de la longitud se logran mediante una palanca de apriete funcionalmente efectiva. En total se alcanza así una altura máxima de 149 cm extendiendo el soporte propiamente dicho y la jirafa en toda su longitud. No obstante, esta aplicación podría ser más bien poco frecuente, ya que está claro que hay soportes grandes para esos casos.
Trípode MS 4322 B
Este trípode comparte las mismas características del trípode MS 4222 B más pequeño, con la única diferencia de que su altura puede ajustarse de 94 a 161 cm. Al utilizarlo con la misma jirafa, como ya hemos descrito en el caso del MS 4222 B, se puede alcanzar así una altura máxima de 245 cm, pero como alternativa, presumiblemente para un uso más conforme a lo previsto, es posible utilizarlo con la jirafa para microfonar por arriba diversos instrumentos de mayor tamaño.
La sujeción de la jirafa para el ajuste de la longitud en la unión articulada principal se efectúa mediante un tornillo que se introduce a su vez en una pieza de plástico. De este modo se logra una fijación segura sin dañar las piezas.
Todos los soportes vienen con un juego de anillos de goma de color negro para, en caso necesario, según las preferencias personales, sustituir los anillos de color verde por otros de aspecto más discreto. Como opción, se pueden adquirir anillos en otros 8 colores para marcar los soportes para aplicaciones especiales o para reconocer más fácilmente los equipos propios.
Los soportes en el ensayo práctico:
Entretanto he utilizado los soportes en dos actuaciones y algunas pruebas. Hasta ahora no he podido detectar señales de desgaste o abrasión en los elementos de fijación en particular. Gracias a las patas hechas de material similar a la goma, no ha habido razón para temer que los trípodes puedan resbalarse sobre diversos suelos (madera, piedra, alfombras). En el soporte con base redonda, la parte del soporte en contacto con el suelo está protegida con un aro de goma de color verde para prevenir daños en suelos más delicados.
Al montar y desmontar los soportes nos dimos cuenta de que todos los elementos de fijación y uniones roscadas son fáciles de usar, pero también son resistentes si se les aprieta ocasionalmente con mayor firmeza. Algunos de mis conocidos me dicen continuamente que yo aprieto las uniones roscadas con más fuerza que la estrictamente necesaria. Pero en todo caso no he tenido ningún problema para aflojar todos los tornillos con facilidad otra vez.
Los tornillos para la fijación de la base, el ángulo de la jirafa y la longitud de extensión de la jirafa están fabricados mediante un procedimiento de inyección de plástico de dos componentes (con rosca de metal inyectado). Sobre el cuerpo principal estable se encuentra una superficie recubierta de goma que garantiza un buen agarre, pero también facilita un manejo ergonómicamente agradable con la mano. No he echado en falta los tornillos de muletilla que suelen emplearse en algunos otros soportes. Si se afloja el tornillo para ajustar el ángulo apenas un poco y se modifica el ángulo, se percibe un leve crujido. Pero si se sigue aflojando el tornillo, ese ruido deja de percibirse. Este sonido es una clara señal de que hay una pieza intercalada de goma en la unión articulada. Gracias a esta pieza se siente una mayor suavidad al ajustar toda la unión articulada. No obstante, la fijación es segura sin necesidad de apretar mucho y no se desajusta tampoco fácilmente.
En ese momento se despertó en mí el deseo de jugar y no pude contener las ganas de ensayar con una prolongación de soporte de 95 cm de largo. Atornillé la prolongación en la jirafa ya totalmente extendida del soporte con base redonda de mediano tamaño y la ajusté horizontalmente. El soporte no volcó ni la jirafa se hundió hasta el suelo. Por supuesto que se trata de una prueba extrema que no se presenta en la práctica, pero que demuestra la estabilidad de estos soportes. Las patas del trípode entran perfectamente en las bases sin holgura.
En la práctica me llamó la atención positivamente el manguito de plástico descrito antes. ¡Cuántas veces me he encontrado con soportes en los que la unión roscada de la jirafa se afloja en el soporte y con ello hace tambalear toda la estructura! Asimismo, uno ve una y otra vez, incluso en actuaciones profesionales, que un micrófono sujeto a una jirafa gira repentinamente hacia abajo por efecto de la gravedad durante el espectáculo.
En estos casos el manguito de plástico puede lucir sus ventajas como material. Cada unión roscada funciona únicamente porque a través de ella, o de la tensión generada en la unión, la fricción en la rosca es tan elevada que la unión roscada no puede aflojarse por sí misma. Este efecto se fomenta mediante elementos tensores como arandelas elásticas o arandelas de frenado. Pero igual efecto surte el plástico de este manguito que es comprimido ligeramente por la unión roscada y acumula así la tensión necesaria. Una pequeña pieza con un gran efecto. Hasta ahora, las veces que he usado estos soportes ninguna unión roscada se ha aflojado accidentalmente y todos los micrófonos se han mantenido exactamente en la posición en la que fueron ajustados.
Conclusión:
En resumen puedo determinar que estos soportes desempeñan correctamente su trabajo con absoluta discreción. Funcionan y cumplen su finalidad de un modo fiable y sencillo. Por supuesto, en este caso se debe valorar aun más positivamente que esto ocurre en soportes que en parte se venden a precios claramente más económicos que los soportes que con frecuencia han sido denominados «el estándar», incluso aquí en Musiker-Board.
Cómo se comportan estos soportes con el uso a largo plazo solo podría comprobarse con un ensayo más prolongado. Ya que los equipos utilizados en este ensayo fueron puestos a mi disposición por Adam Hall en calidad de préstamo, me interesa conocer las experiencias de otros usuarios a corto plazo y más adelante en el futuro. También podría ser interesante comprobar la resistencia de la superficie negra (aparentemente protegida con un recubrimiento de polvo). Al contemplar los soportes de mi equipo que he usado durante más tiempo, observo ya algunas huellas claramente visibles –independientemente del precio de esos soportes– causadas por el uso y el transporte.
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Fuente: musiker-board.de; noviembre de 2015, Alemania: http://www.musiker-board.de/threads/test-gravity-mikrofonstative.624324/#post-7661139
En este enlace conocerá todos los detalles sobre los soportes Gravity:
http://www.gravitystands.com/
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