Palmer Pedalbay 40 & 60 – Gestión superior de pedales – Reseña de producto de Amazona.de
No nos engañemos: los gruesos full stacks siempre llaman la atención por su diseño fálico. Qué guitarrista no disfruta saturando el amplificador en cuanto se le presenta la ocasión en un concierto al aire libre (para actuaciones en clubes, estas estructuras son demasiado ruidosas). La nota personal del artista, en cambio, se creaba y se sigue creando con los pequeños pedales, stomp boxes, switches, o como se les quiera llamar, al conectarlos y usarlos de un modo salvaje.
Infinidad de pequeños utensilios, que se deben de contar por decenas de miles, permiten al músico expandir, mejorar o simplemente gestionar sus ideas creativas, ya sea en el estudio o especialmente sobre el escenario. Sin embargo, todos estos útiles tienen, más o menos, el mismo problema. Mientras que se puede ir tirando con un único sintonizador en un escenario de segunda, en cuanto doblamos el número de equipos y, con ello, el cableado, la señal y el suministro eléctrico dejan de ser satisfactorios. Los pedales se resbalan sobre la superficie pegajosa del escenario, te tienes que girar hasta 90 grados por la tensión interna de los cables de interconexiones de los pedales y, en cada segundo intento de activación, se sale el conector de la fuente de alimentación del pedal, provocando que la efusión creativa del artista llegue al nirvana tonal.
Llegado este punto como máximo, hasta el músico más paciente pierde los nervios y se pone a buscar una pedalera. Por supuesto, primero probamos con la base de la cómoda de la abuela, con tomas de corriente triples pegadas y patas de goma fijadas con clavos de la ferretería. Después de que se nos rían a gusto con esta variante casera en el siguiente festival, pensamos en invertir algo de dinero en adquirir un modelo profesional.
Da igual si preguntamos por una buena opción en tiendas, en Internet o a colegas músicos: casi siempre nos hablan del Pedaltrain. El concepto es sencillo pero efectivo, y domina el mercado a partir de un determinado nivel de calidad. Como siempre que una empresa americana tiene una idea, se registran, por supuesto, multitud de patentes para el producto y se pide un precio de cesión exorbitante para mantenerse en el candelero el máximo tiempo posible. Quien crea ahora que tiene que morder este bocado amargo del precio, es que aún no conoce el concepto del Pedalbay de la firma Palmer situada en el estado federado de Hesse en Alemania.
Estructura
¿En qué destaca entonces el concepto del Pedalbay? Al contrario que la mayoría de pedaleras donde, al fin y al cabo, lo que tenemos es una tabla plana (casi siempre de madera) para fijar los pedales, el diseño del Pedalbay se basa en una superficie inclinada. Es decir, que podemos colocar todo el cableado tanto por encima como por debajo de la base. La serie Pedalbay comprende 5 tamaños distintos; para el test tenemos los modelos 40 y 60.
Ambos productos tienen una profundidad de 30 cm, combinada con un ancho de 40 cm o 60 cm. La base está formada por cuatro travesaños; la separación de los dos centrales se puede ajustar según el pedal colocado, mediante una llave hexagonal suministrada. Todos los travesaños tienen velcro pegado, y se incluye un rollo de cinta de velcro con ganchos para la parte inferior de los pedales. Debido a la estructura, también se puede fijar muy bien el pedal con bridas sobre el Palmer Pedalbay.
Práctica
De momento, todo bien. Pero lo verdaderamente destacable está en la parte inferior de la estructura. Con cuatro ganchos y dos cintas de goma suministradas, se pueden fijar todas las fuentes de alimentación convencionales de diferentes tensiones debajo de la pedalera y así no ocupan el importante espacio de la parte superior del equipo. Gracias a las patas de altura regulable, en la parte superior de la pedalera caben también modelos voluminosos de fuente de alimentación, y así no tenemos que recurrir a las variantes estadounidenses caras.
De este modo se consigue muchísimo espacio en la parte superior y, de paso, una impresión clara de orden. En caso de duda, los engorrosos cables de red se enrollan una o dos veces en un travesaño, y los cables de interconexiones de señalización se pueden disponer encima o debajo de los travesaños. ¡Un cable de red, y listo! ¡Qué fácil!
La pedalera se transporta en una bolsa de transporte acolchada y resistente que cuenta con cremalleras que no parece que se deban mandar a reparar al sastre tras usarlas varias decenas de veces, a diferencia de lo que ocurre con las de la competencia.
Conclusión
Con su Pedalbay, Palmer ofrece un excelente concepto de pedalera asequible y, aún así, de alta calidad. Con sus detalles mejorados, Palmer no solo se pone a la altura del líder del sector, sino que también lo supera en cuanto a vinculación con otros fabricantes.
¡Sin duda, obtiene la mejor nota sin competencia!
Ventajas
+ Concepto
+ relación calidad/precio
+ equipamiento
Inconvenientes
–
_____________________________________________
Fuente: Amazona.de, febrero de 2015: http://www.amazona.de/test-palmer-pedalbay-40-60/
Autor: Axel Ritt
Aquí tiene toda la información sobre el Palmer Pedalbay 40 & 60:
http://www.palmer-germany.com/mi/es/Productos/Pedaleras-y-Accesorios/PEDALBAY-40-Pedalera-variable-con-Bolsa-de-Transporte-acolchada-45cm-PPEDALBAY40.htm
http://www.palmer-germany.com/mi/es/Productos/Pedaleras-y-Accesorios/PEDALBAY-40-Pedalera-variable-con-Bolsa-de-Transporte-acolchada-45cm-PPEDALBAY40.htm
Leave a Comment
You must be logged in to post a comment.