¿Qué es el CRI?

En las especificaciones técnicas de los focos de Cameo se pueden ver valores como, por ejemplo, «CRI >90». Pero ¿qué es exactamente «CRI» y qué indica el valor «>90»?

La denominación
CRI son las siglas de «Color Rendering Index» (índice de reproducción cromática). Este índice se usa para describir con qué calidad emite un foco los colores de una superficie iluminada.
Ya en los años 30, se intentó encontrar la manera de expresar mediante un valor la calidad de la luz —en este caso, especialmente la calidad de la reproducción cromática de los focos— con el fin de poder comparar mejor unos focos con otros.
Reproducción cromática de una lámpara de uso general
Reproducción cromática de luz diurna naturalReproducción cromática de luz blanca a partir de focos LED rojos, verdes y azulesReproducción cromática de un foco LED de luz blanca
Depende de la reflexión
El principio es relativamente sencillo. Se toma el foco que se desea comparar y se reproducen con él ocho colores de prueba distintos. En función de la fuente de iluminación que emplee el foco, se reflejarán mejor o peor determinadas longitudes de onda. Para la comparación se usa como referencia una luz incandescente de 2.700 Kelvin o, si el foco a probar indica temperaturas cromáticas más elevadas, se empleará la luz diurna D65 normal.
Cada color de prueba se emite con la lámpara que se desee comprobar y se compara cuánto difiere la fuente de iluminación objeto de la prueba respecto a la fuente de iluminación de referencia. Se calcula la media de los resultados de los ocho colores de prueba, obteniéndose un valor Ra.
Después, se introdujo una ampliación con colores saturados que da como resultado un valor Re. Aunque los colores ampliados se muestran en el diagrama de barras de colores en la mayoría de los casos (véase más abajo), no se tienen en cuenta para la determinación del valor numérico Ra.
Los ocho colores de prueba del CRI Ra (de R1 a R8) y la ampliación Re (de R9 a R14)
El valor >90 denota una calidad óptima
El mejor valor posible de reproducción cromática es 100 y se obtiene, por ejemplo, con una bombilla.
Todos los valores por encima de 95 son exageradamente buenos y el ojo no los distingue.
En la franja entre 85 y 94, observamos un nivel muy alto, apto para televisión y teatro. Los valores entre 70 y 84 representan una buena luz de trabajo. Esta calidad sigue siendo adecuada para representaciones teatrales escolares, salas de usos múltiples o stands feriales normales. En stands feriales como, por ejemplo, los del IAA (Salón Internacional del Automóvil), en los que interesa iluminar muy bien los automóviles, se solicitan calidades óptimas, superiores a 90.
Una calidad por debajo de 70 realmente solo es interesante para decir «tenemos luz» y para efectos de iluminación en discotecas, pubes y bares.
El diagrama de barras de colores ilustra la calidad de reproducción cromática de cada uno de los colores de prueba. Aquí se puede ver con frecuencia que los focos LED de luz blanca son bastante débiles en la gama de los rojos (valor R9).
Colocación en el triángulo cromático
Aunque, por ejemplo, dos focos presentan el mismo valor CRI, la luz que emitan pueden ser muy distinta. Esto se debe a que solo se pueden comparar ocho colores de prueba de tonos pastel, mientras que las fuentes de iluminación LED actuales disponen de colores muy potentes que se ven reflejados de forma insuficiente en los colores de prueba. Por tanto, hay que molestarse en observar por nuestra cuenta la luz del foco o al menos determinar el punto dentro del triángulo de color para valorar la desviación de la «curva de Planck» (nota acerca del rojo: la radiación del cuerpo incandescente —cuerpo radiador negro— consta de distintas longitudes de onda. La fórmula de radiación de Planck describe qué longitudes de onda se obtienen y con qué intensidad en una gama de un cuerpo negro). Esta valoración se tratará en otro artículo más adelante.

Conclusión
Si los valores CRI indicados son muy altos, ya tenemos indicios de que la calidad cromática será muy buena.
Cuanto menores sean los valores, mayor será el riesgo de que los puntos de color queden totalmente desplazados y, por tanto, de obtener una luz de mala calidad. En ese caso, lo mejor es fiarnos de nuestros propios ojos.

Un paso más allá
Además del valor CRI, también es habitual encontrar el TLCI, aunque este está diseñado para la percepción mediante sensores CCD y no mediante el ojo, por lo que se usa más bien en estudios de televisión. Por norma general, estos valores difieren muy poco entre sí. Con frecuencia, el TLCI es tan solo 2-3 puntos menor que el CRI.
El TM30 es un sistema bastante reciente que pretende subsanar los puntos débiles del CRI mediante otros gráficos. También trataremos el TM30 con más calma en otro momento.

Véase también:
www.cameolight.com