Palmer Pedalbay 60 – Análisis de producto por un usuario de musiker-board.de

Un usuario de musiker-board.de tuvo la oportunidad de probar el Pedalbay 60 de Palmer donado a musiker-board. Su exhaustiva reseña muestra las posibilidades y ventajas que brinda al usuario el Palmer Pedalbay 60. Índice

1. Introducción 1.1 Acerca de la serie Pedalbay 1.2 Breve visión general del mercado

2. Desembalaje

3. Análisis de los detalles 3.1 Las posibilidades de los travesaños 3.2 El soporte para fuentes de alimentación 3.3 La regulación de la altura 3.4 Los acabados y la durabilidad

4. El cambio 4.1 La situación real y sus inconvenientes 4.2 Documentación del cambio 4.3 Ventajas e inconvenientes frente a la solución anterior

5. Conclusión

1. Introducción

1.1 Acerca de la serie Pedalbay ¿Por qué lleva el modelo Pedalbay 60 realmente un 60 en su nombre? La razón parece sencilla: Palmer no tiene un único Pedalbay, sino varios. La cifra indica la anchura de la pedalera de efectos, mientras que las siglas indicarían las diferentes profundidades.

Un ejemplo concreto:

El Pedalbay 60L tiene una anchura de unos 60 cm pero, con sus 39 cm, es unos 9 cm más profundo que el Pedalbay 60 estándar. El siguiente gráfico presenta una buena visión de los modelos previstos actualmente, extraídos del catálogo de noticias sobre productos de Palmer. Como se ve, se esperan cinco modelos distintos en total, de los cuales solo el Pedalbay 60 se comercializa ya. Para la mayoría de los usuarios de efectos, debería haber una pedalera adecuada, ya sea una de las desacreditadas pedaleras minimalistas u otra más normalita.

La serie Pedalbay destaca, sobre todo, por los travesaños ajustables, lo que confiere cierto grado de adaptabilidad al equipo empleado. Asimismo se pueden fijar diversas fuentes de alimentación directamente bajo la pedalera, y se pueden regular la altura de los pies posteriores y con ella el ángulo de la pedalera. Aquí me gustaría señalar que el Pedalbay 50S ofrece posiblemente menos opciones de ajuste que los modelos de mayor tamaño.

1.2 Breve visión general del mercado Pero volvamos a comparar el Pedalbay 60 con otros modelos. Junto a las hardcases convencionales, puede ser interesante una comparativa con el Pedaltrain Two SC, disponible para 10 más (versión 22-04-2014) y que actualmente sería el artículo dominante del mercado. Por este motivo (y, cómo no, también por el concepto similar), lo analizamos en representación de los demás modelos que ofrece el mercado.

Ambos están fabricados en aluminio y pintados de negro. El tamaño del Pedaltrain Two es de unos 61 x 32 cm, con una altura de unos 6 cm; por ello resulta algo más grande que el Pedalbay 60, que mide 60 x 30,5 cm.

A diferencia del Pedaltrain, el Pedalbay viene con velcro ya pegado. La ventaja es que las cintas de velcro no se pueden pegar entonces torcidas. En cambio, para los usuarios alternativos que no quieran usar el velcro, esto significa que la pedalera de efectos está más expuesta al polvo y la suciedad. Y, por supuesto, a quienes no peguen el lado de los ganchos, sino el lado de los bucles en los efectos, también les resultará peor. Sin embargo, el resto estará encantado con el trabajo que se ahorran. Por el contrario, el Pedaltrain incluye tanto la cinta de ganchos como la de bucles, que el usuario puede pegar por su cuenta en caso necesario.

Como accesorio adicional, ambos productos vienen con una bolsa de transporte (o “gigbag”) donde se pueden llevar las pedaleras pertinentes de forma segura y práctica con ciertas limitaciones.

Eso sí, la gran diferencia entre los dos modelos es la característica principal ya mencionada de la familia Pedalbay: si el Pedaltrain se presenta totalmente estático por los travesaños fijos soldados, en particular los del Pedalbay, que son regulables, demuestran que la pedalera también puede ser más flexible. Asimismo tienen en común el sistema de fijación para fuentes de alimentación, con raíles metálicos en el caso del Pedaltrain. En cambio, el Pedalbay utiliza en total cuatro piezas con perfil en U que sirven como ganchos para las cintas de goma usadas para fijar la fuente de alimentación.

Otra característica del Pedalbay son los pies posteriores regulables. El Pedaltrain no presenta tal opción aunque, durante mi investigación, me he topado con un rival procedente de España, el Aclam Guitars Modular Track medium. Sin embargo, al observar su precio, este parece jugar en una división totalmente distinta, por lo que no se debería considerar un competidor directo siempre que se tenga en cuenta el precio.

En resumen se puede decir que el Pedalbay 60 goza de una buena posición en cuanto al precio a tenor de la ficha de datos y en comparación con el Pedaltrain Two, y que posiblemente sea una auténtica alternativa para cualquiera.

2. Desembalaje Pasemos ahora a la parte más interesante de la reseña después de haber visto las fichas de datos: las imágenes. A este apartado tampoco dedicaré muchas palabras, pues se trata sobre todo de abrir el paquete, presentar el contenido y dejar entonces que las imágenes hablen por sí solas. Después seguiremos finalmente con la prueba en sí, y ahí habrá de nuevo más información para leer.

Primero, algunas impresiones sobre el paquete: Al abrirlo, nos encontramos con la gigbag ya mencionada. Se ve muy bien, sí. Pero ¿dónde está la pedalera? Aparece cuando abrimos la gigbag. Entonces ya tenemos la gigbag, la pedalera y una bolsa con accesorios. Echemos un vistazo a estos accesorios: Velcro y otra bolsa de plástico donde hay dos cintas de goma y una llave Allen para regular los travesaños. Podríamos pensar que ya hemos descubierto todo el contenido. Pero al girar la gigbag, aún vemos algo más: ¿A alguien se le ocurrió también que esto era necesario? La cremallera parece muy útil, y los mosquetones se ven fuertes. ¿Qué más se puede pedir?

Puesto que ya no comentaré mucho más sobre la gigbag en lo que queda de reseña, doy a conocer aquí mi veredicto sobre esta: En general, no hay mucho que destacar al respecto. Parece robusta, brinda suficiente espacio y está algo acolchada. Así debería satisfacer su fin, por lo que no le echo nada en falta. Por supuesto, se debería recordar siempre que, en caso de duda, no puede sustituir a una verdadera “hardcase”. Sin embargo, la gigbag seguramente no fue concebida para ello.

Pongamos ahora los accesorios a la izquierda para llegar al elemento más interesante de la reseña: el propio Pedalbay. Aquí tenemos de nuevo algunas fotos comentadas. Otra vista global de la pedalera: Y aquí podemos ver directamente elementos muy prometedores. Por ejemplo, el soporte para fuentes de alimentación: Aparte están los pies regulables de los extremos posterior y anterior: Aquí vemos también que los pies traseros se ajustan a la inclinación de la pedalera y el suelo a través de una articulación esférica.

Antes de pasar a analizar los detalles, veamos rápidamente la estructura de los travesaños:

3. Análisis de los detalles Aquí llega la hora de la verdad. Primero miraremos con lupa los travesaños regulables, y después contemplaremos de cerca el soporte de las fuentes de alimentación. Más adelante observaremos brevemente los pies regulables antes de adentrarnos, por último, en los acabados y la durabilidad del Pedalbay.

3.1 Las posibilidades de los travesaños Después de haber mencionado infinidad de veces los travesaños regulables, por fin vamos a examinarlos de cerca.

En primer lugar se desmontan mediante tornillos sencillos y los correspondientes orificios, 5 por lado y traviesa. Solo las dos traviesas interiores se pueden regular. En teoría habría 25 posibilidades distintas de asignar los travesaños. De las dos traviesas, primero he aflojado la trasera con la llave Allen incluida. Aunque todo va bien, la llave parece torcerse rápido. Para la prueba, he elegido primero la posición posterior que queda así: Disponemos de unos buenos 6,5 cm, con la fuente de alimentación arriba. Visto desde arriba quedan incluso 1,5 cm de hueco entre las dos traviesas. Entre las dos traviesas centrales hay un espacio de unos 5,5 cm, mientras que entre las dos inferiores en la configuración estándar quedan libres 8,5 cm vistos desde abajo, y 3,5 cm vistos desde arriba. En un análisis más detallado se desprende la siguiente distribución en la configuración estándar:

Si miramos desde arriba, hay 3,5 cm de espacio entre todas las traviesas. Al mover una traviesa, se gana o se pierde 1 cm en los lugares correspondientes, pues los orificios están separados 1 cm entre sí. Al observar desde abajo, la pedalera ofrece algo más de espacio intermedio: El espacio central es de 3,5 cm, mientras que los dos espacios exteriores miden ahora 8,5 cm por los perfiles de aluminio elegidos. Tras esta primera prueba, he desplazado la traviesa posterior de las dos centrales hacia delante lo máximo posible. Así se logra entonces la máxima profundidad de 10,5 cm en total para las fuentes de alimentación. Aquí es donde aparece la primera crítica seria del Pedalbay. Después de haber ajustado varias veces la traviesa trasera, pasé a la delantera. Al intentar aflojar los tornillos correspondientes, tuve problemas de repente:

Por un lado, la llave Allen parecía haberse desgastado un poco y, por otro, los tornillos estaban demasiado girados. Recordemos que la llave se torció desde el primer tornillo. Ya no funcionaba, y la llave no servía para nada. Pero no quería rendirme así de rápido, así que busqué un destornillador eléctrico con la broca adecuada. Y así los tornillos dejaron de ser un dolor de cabeza.

Creo que he identificado el problema: Por un lado, el material de la llave y los tornillos parece poco fuerte y, por otro, no se puede ejercer suficiente fuerza con la llave, por esa razón esta se sale del tornillo y entonces se daña un poco. Por este motivo, recomendaría a todos usar un destornillador manual o eléctrico que pueda ejercer suficiente presión. Quien quiera ajustar los travesaños más a menudo, debería plantearse sustituir los tornillos por otros de más calidad.

Antes de terminar con el apartado de los travesaños, muestro brevemente otras combinaciones posibles. Sin embargo, no las enseñaré todas: con un poco de imaginación, uno se puede hacer una idea de las demás posibilidades.

Todavía debo señalar algo: Como seguro que ya ha pensado alguno, en realidad solo se pueden conseguir 24 combinaciones, y no 25, siempre que se usen únicamente los orificios previstos. El motivo es que solo tenemos 3,5 cm de espacio entre las traviesas centrales, pero para moverlas al orificio más externo se necesitan 4 cm de espacio en total como mínimo (recordemos que la distancia entre los orificios es de 1 cm). 3.2 El soporte para fuentes de alimentación Ahora pasemos al soporte de las fuentes de alimentación del que solo he mostrado hasta ahora los ganchos de fijación. La distancia entre estos ganchos es de unos 20 cm, por lo que se pueden fijar fuentes de alimentación con una superficie de hasta 10,5 x 20 cm. La fuente de alimentación se inmoviliza con las cintas de goma incluidas; para ello, se tensan en cruz. Tal como prometí antes, he probado mi Fame DCT-200 con el Pedalbay. Ved las imágenes y haceos vuestra propia idea: Como se puede ver fácilmente, la fuente de alimentación cabe realmente debajo. Al lado queda incluso espacio. Sin embargo, tuve que mover la traviesa central posterior al último orificio trasero de la traviesa central delantera. Por delante se ve poco espacio, mientras que detrás aún hay espacio para poder fijar un pedal de tamaño MXR más o menos. Sí, la apariencia resulta algo peculiar. No obstante, podría ser factible si se tienen pedales de este tamaño.

Sin duda, menos sensato es que la pedalera ya no descanse sobre los pies traseros, sino sobre la fuente de alimentación. Los pies son demasiado cortos para ello. Sin embargo, con algo de destreza se podrían fabricar pies de recambio adecuados a partir de vástagos roscados y otros componentes.

A diferencia del DCT-200, sí que cabrían la mayoría de fuentes de alimentación convencionales que no sean demasiado grandes. También hay que tener presente que el DCT-200 es de por sí extraordinariamente grande.

Como había calculado que necesitaría una nueva fuente de alimentación por este motivo, he montado sin más el popular Harley Benton PowerPlant Junior. Así se logran resultados mucho mejores. El PowerPlant queda más o menos seguro bajo la pedalera, aunque se resbala ligeramente, si se ejerce algo de fuerza. Quizá resultase útil un segundo conjunto de cintas de goma tensadas para fijar mejor las fuentes de alimentación más pequeñas. Si las cintas de goma dejasen de ser tirantes, usaría simplemente velcro para inmovilizar mejor la fuente de alimentación. Debería ser suficiente en todo caso.

Pero en general, el sistema me ha dejado una buena impresión. Es evidente que no es apto para cualquier fuente de alimentación, pero es mucho más flexible que otras soluciones como, p. ej., los rieles angulares.

3.3 La regulación de la altura Trataremos brevemente el ajuste de la altura. En realidad, no hay tanto para enseñar. En las dos fotos siguientes se representan las alturas mínima y máxima de la pedalera. La altura mínima de algo más de 7 cm es la que viene de fábrica. En mi opinión, no se deberían sacar de ahí mucho más los pies para así garantizar suficiente estabilidad. Para mí, 9 cm fue el valor máximo con el que el pie aún se sentía firme. Así sin más, la regulación de altura resulta entonces limitada en realidad.

Por supuesto, si se reducen un poco más los vástagos roscados, se podría ahorrar otros 2 cm de altura más o menos. Pero hay que pensarse bien este paso, si no se han comprado pies de recambio.

3.4 Los acabados y la durabilidad A petición especial, abordo también la durabilidad junto a los acabados. Esta breve prueba ha demostrado que no hay que preocuparse al cargar y apoyarse sobre la pedalera. Al ponerme de pie por completo sobre la pedalera, esta cedió solo un poco. Aquí se debe tener en cuenta que tanto los pies de goma como la moqueta sobre la que descansó la pedalera durante el test brindaron cierto margen extra. Así que si nadie tiene pensado saltar como un loco sobre ella, no hay motivo de preocupación por la estabilidad.

En general, estoy muy satisfecho con la mayoría de los acabados. Como todo se fija con tornillos excepto el soporte para fuentes de alimentación, no hay peligro de encontrarnos con soldaduras mal hechas. La pintura es limpia y la cinta de velcro está razonablemente bien pegada.

La única pega es la herramienta incluida para atornillar los travesaños. Pero quitando esto, todo ofrece una impresión sólida, apta para el uso en escenarios.

4. El cambio Este apartado es de especial interés sobre todo para mí, pues trata sobre el paso de mi antigua pedalera al Pedalbay. Para ello, os volveré a presentar cómo era la situación.

4.1 La situación real
Comencemos primero este apartado con algunas fotos de mi pedalera casera: La hice hace un año y medio más o menos, con un estante Gorm de Ikea como base que modifiqué en gran medida. Entonces no calculé bien la profundidad de la pedalera, entre otros factores. La verdad es que quería tener una solución transportable, y esta invención se convirtió en un tormento. Por un lado, no hay ninguna caja estándar que pueda usar para transportarla con seguridad. Para ello, tendría que haberla hecho a medida. Por el precio pagado, obtienes una pedalera acabada con una caja.

Por otro lado, el tamaño se traduce en un peso muy alto, al que hay que sumar también el DCT-200. A pesar de todo, durante mucho tiempo estuve contento con la pedalera, aunque no aproveché mucho su espacio por las dimensiones de las traviesas.

En resumen: ¿La pedalera es bastante grande y pesada, y no estaba usando bien el espacio? La situación clama una solución más pequeña y ligera.

En verdad, hay otro motivo más para usar una tabla más pequeña: Con el tiempo me he dado cuenta de que casi nunca empleo los tres efectos Mooer. No es porque sean malos, sino porque realmente no los necesito. Así me puedo ahorrar estos tres pedales.

4.2 Documentación del cambio Ahora que sabéis algo más de mi pedalera, podemos proseguir. Ya hemos comentado la fijación para fuentes de alimentación, por lo que seguiré a partir de este punto. A continuación he asignado todos los pedales en el Pedalbay para estimar el espacio necesario. Para ello, he usado básicamente la vieja configuración excepto por los mencionados efectos Mooer retirados.

Aquí me gustaría hacer una pequeña aclaración: Es una pena que los rieles guía no terminen a ras de los travesaños y que no tengan tampoco velcro pegado. Salvo por algunas excepciones, la fijación de los efectos se limita a la superficie pegada. A primera vista parece factible, pero aún queda por colocar el cableado de los pedales. La pedalera se veía después así: Posiblemente se pregunte alguno ahora por qué he dejado la parte inferior tan desordenada. El motivo es bastante sencillo: En mi antigua pedalera había fijado un distribuidor de audio que ahora me falta aquí.

Eso significa concretamente que pronto montaré un distribuidor de audio y lo fijaré a la pedalera; entonces ordenaré la parte inferior.

Antes de finalizar también este apartado, queda todavía una pequeña prueba de ajuste. Sí, la pedalera cabe en la bolsa y esta se cierra. 4.3 Ventajas e inconvenientes frente a la solución anterior

¿Qué me ha aportado el Pedalbay? Si soy sincero, solo veo ventajas. El único inconveniente sería que el Pedalbay es más pequeño. Para mí personalmente, no es una desventaja, sino más bien un beneficio.

La pedalera es ahora más compacta, ligera y, gracias a la bolsa, mucho más portátil que la antigua. Además, si cambio de equipo, me acostumbraré mejor, sobre todo por la adaptabilidad de la pedalera. En caso de duda, puedo hacer más hueco para la fuente de alimentación o, como ocurre aquí para el Fuzz Factory, reducir la distancia entre las traviesas. En resumen, estoy muy satisfecho con esta solución.

5. Conclusión Finalmente me gustaría resumir de nuevo lo constatado en esta reseña. En principio quisiera decir primero que pienso que el Pedalbay es una solución muy buena que puede competir con rivales de precio similar como el Pedaltrain. Gracias a la flexibilidad que ofrecen las traviesas ajustables, la mayoría de usuarios se las apañará bien con el Pedalbay.

Considero que los accesorios incluidos son correctos, y sobre todo la bolsa brinda una práctica opción de transporte. Sin embargo, la llave Allen suministrada puede ser más bien un peligro. Palmer debería mejorarla y montar mejores tornillos; lo ideal sería que incluyese también una herramienta de calidad superior.

Menos impresionado estoy con la regulación de altura de los pies posteriores, pues ofrecen un margen de ajuste insuficiente en mi opinión. No obstante, las articulaciones esféricas saben convencer y garantizan una posición firme. Podría ser que los accesorios incluyan más adelante pies de diferentes longitudes. Palmer debería vender traviesas de recambio al menos.

En general, también estoy satisfecho con los acabados. Salvo por los mencionados tornillos, el Pedalbay no presenta grandes pifias. El Pedalbay funciona muy bien en general, y en principio nada falla realmente.

Como ya hemos llegado al final, doy las gracias por último de nuevo al equipo de Musiker-Board y a Palmer por haberme permitido llevar a cabo esta reseña; y, gracias, cómo no, también por vuestra atención.

Fuente: musiker-board.de, Alemania, abril de 2014

¡Muchas gracias a “DasRofl” por este magnífico, minucioso y, sobre todo, aclarador informe de ensayo! Asimismo deseamos a todos los fans, en nombre de Palmer, mucha diversión y grandes éxitos en el futuro con nuestra pedalera.

En el siguiente enlace hay más información y vídeos del producto, así como una lista actualizada de distribuidores de nuestra pedalera:
http://www.palmer-germany.com/mi/es/Productos/Pedaleras-y-Accesorios.htm

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